lunes, 2 de enero de 2012

El arrojo hacia nuestro incierto

Tengo que dar un paso en el vacío. La incertidumbre es mi itinerario. Mi brújula es el presente en acto. El aire extranjero me conviene, lo conocido es asfixiante. Voy a ver que cara pongo cuando vea la cara de mi abismo sonriéndome. Respondo con una voz desconocida, una vibración que siempre fue el eco de mi vida: el corazón. Mis manos, sabias conocedoras de mí, me acompañan destapándome, desnudándome tiérnamente.
Me voy a ver que pasa conmigo. A vivirme o a morirme si así se supone.

Que los magos me despierten de este sueño maravilloso en decadencia, con sus engranajes oníricos oxidados, para despertar en ese mundo que vislumbro cuando escribo poesía, le doy un beso a una mujer perfumada, o alzo mi voz a la tierra.

Que los magos me despierten para no dormirme nunca.

                                                                                                                                                              
    .El infinito ha parido una galaxia de criaturas lumínicas que se han cruzado en mi sendero cósmico. La alegría y la serenidad han sido las huellas de mi caminar ingenuo. La risa se ha emborrachado de tanta diversión, y este año me ha derrochado una particular devoción.Parto hacia lo desconocido, hacia más allá del límite donde ya no hay límite posible. Parto hacia nuevas culturas, hacia nuevos horizontes, hacia hombres y mujeres que cocorean palabras extrañas, hacia humanos que formulan ideas distintas a las mías, hacia soles nostálgicos de tantas lunas perseguidas y nunca alcanzadas. Parto, y al decir estas sílabas, me parto a mi mismo, será un antes de este Guido y un después de este Guido. Parto para volver revitalizado.
Hasta pronto, incógnitas del ciberespacio...
Valentino Ondarts y Guido Terrén Toro

No hay comentarios:

Publicar un comentario